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Navidad que luces enferma,
guiando deseos extraños,
de almas posadas descalzas,
sobre negros charcos helados.
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Navidad incierta o creada,
nacida de vientre sereno,
crecida y alimentada,
con credo, mando y dinero.
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Navidad que prende y cimbrea,
sombras falsas con su fuego,
atando las manos con sedas,
dejando los ojos ciegos.
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Navidad a dedo otorgada,
al maestro en Dios erigido,
libre de hacer lo que amaba,
preso de amar a su enemigo.
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Navidad de oriente envasada,
de falsas palabras al suelo,
que reptan sobre las pisadas,
y ocultan el llanto del nazareno.
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"... y había un cartel, de esos grandes, en la fachada del Centro que decía: EN BREVE, APARTURA AL PUBLICO DE LA NAVIDAD DE JESUS, ATRACCION EXCLUSIVA, UNICA EN EL MUNDO, COMPRE YA SU ENTRADA." (Variación del libro La caverna de José Saramago).
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Salud, paz y felicidad también para el resto de los días del año.