Recorrer espacios amplios,
abrazado a peñas frías,
sin dejar apenas sombra,
ni llevarme sus umbrías.
Y es que he roto con el crono,
que me hacía sentir prisas,
superando aquel recuerdo,
de cuando era deportista.
Hoy me visto de respeto,
aire puro en la mochila,
los tambores de mi pecho,
y un buen par de zapatillas.
Unas horas de mi tiempo,
y buena caligrafía,
inspirado en el esfuerzo,
del que menos necesita.
Y me pierdo entre el silencio,
me alimento de la brisa,
que acaricia los almendros,
cuando se abren a la vida.
Y me elevo sobre huertos,
de naranjas encendidas,
anotando en mi cuaderno,
estar viendo la poesía.
Siempre que salgas de casa no te olvides el cuaderno de notas, ...que te obligue a pensar lo que escribes, que te ayude a sentir las faltas de ortografía.
