miércoles, 5 de mayo de 2010
Subir en patinete
.
.
Subir en patinete es como toparte con una gran roca en medio del caudaloso río a la que puedes trepar unos instantes y contemplar cómo discurren las verdosas aguas de la vida, para poco después, volverte a zambullir en ellas y dejarte llevar por su incontestable corriente.
.El otro día paramos a refrescarnos junto a la fuente de un camino. Comentábamos los tiempos que nos ha tocado vivir.
.Tiempos donde el tiempo parece querer empujar la agujas del reloj para que avancen más aprisa hacia no sabemos dónde.
.Tiempos de grandes ofertas, de mandos a distancia, de liquidaciones, del casi sin esfuerzo, del todo incluido, del bienestar, del confort...
.Tiempos del todo vale, pues si no lo hago yo, otro lo hará.
.Del disfrute cronometrado por agencias diseñadoras de felicidades a la carta.
.Tiempos en los que el éxito personal consiste en adquirir cosas, que a su vez, no hacen más que atar y amordazar la auténtica felicidad que nace del interior.
.Donde las papeletas de la paciencia, la constancia, la tenacidad, la fidelidad no aparecen en los premios de ningún sorteo.
.Donde la compasión, es decir, la capacidad de tratar de ponerse en la piel del otro y tratar de comprender su situación, sólo se encuentra en los textos de algunos libros.
.Tiempos donde las mentiras logran escapar con mucha facilidad de sus bocas y deslizarse sin problemas a oídos dispuestos y necesitados de recogerlas.
.Donde los gritos de personas, conflictos, peleas, guerras, esconden antiguos problemas, miedos, rencores, carencias, que necesitan hallar una salida ante la incapacidad, muchas veces por cobardía, de solucionarlos con el diálogo.
.Donde el azaroso nacimiento nos marca la cultura, el pensamiento y el destino para toda la vida.
.Donde a pesar de este fortuito azar, nos creemos dueños de todo lo que nos rodea, conservando con uñas y dientes los privilegios que vamos adquiriendo, despreciando y recelando de los que no tuvieron la misma suerte que nosotros.
.Donde la ciencia y la tecnología son capaces de detectar microscópicas bacterias, lejanas galaxias a millones de años luz pero incapaz de ver el rumbo de nuestro planeta.
.Donde los buenos sentimientos individuales parecen no tener ningún peso y acaban por diluirse sin aparentes consecuencias en una gris colectividad.
.Donde tenemos plena libertad de escoger, sí, escoger, pero entre dos colores, dos partidos, dos equipos, dos marcas, dos ideas, dos razas, dos polos, ...como si alguien nos hubiera escondido la inmensa variedad cromática del arco iris.
.Pensábamos ... que hasta que todos los seres humanos no tengamos la posibilidad de escribir un bello poema de amor no seremos dignos poseedores de la escasa capacidad de razonar que nos ha sido otorgada.
.Sería bueno que todos tuviéramos un patinete al cual poder subir a contemplar unos seguntos el discurrir de nuestras vidas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Donde tenemos plena libertad de escoger entre dos colores, dos ...
ResponderEliminarOjalá hubiera tantas vidas como personas hay viviendo.
Hay tanto "cortado con el mismo patrón".
Paciencia, constancia y tenacidad; me has recordado, David, tres de mis herramientas para trabajar con éxito un reto. Luchando siempre el instante presente, segundo a segundo, sin pensar nunca cuánto me falta o qué pasará mañana. Un abrazo.
ResponderEliminar