martes, 11 de septiembre de 2012
QUEEN MOTHER OF THE WESTERN SKIES.
QUEEN MOTHER OF THE WESTERN SKIES.
‘O! You bad little thing!’ said the woman, smiling at her baby granddaughter. ‘Are you laughing for any reason?’ As the baby continued to laugh, the woman felt a deep wish rising in her heart.
‘Even if I could live for ever’, she said to the baby, ‘I still don’t know which way I would teach you. I was once so free and innocent. I too laughed for no reason.
‘But later I threw away my foolish innocence to protect myself. And then I taught my daughter, your mother, how to throw away her innocence so she would not be hurt either.
‘Was this kind of thinking wrong? If I now recognize evil in other people, is it not because I have become evil too?
The baby laughed, listening to her grandmother’s sad words.
‘O! O! You say you are laughing because you have already lived for ever, over and over again?
You say you are Syi Wang Mu, Queen Mother of the Western Skies, now come back to give me the answer! Good, good, I am listening...
‘Thank you, little Queen. Then you must teach my daughter this same lesson. How to lose your innocence but not your hope. How to laugh for ever’.
Fragmento extraído del libro The Joy Luck Club, by Amy Tan.
Encontré esta pequeña y maravillosa coincidencia en la página de uno de los libros que poco a poco van mejorando mi inglés, como si de una radiografía se tratara de mis actuales y contradictorios sentimientos de esperanza atenuada, alegría contenida, libertad que atemoriza, referidos a la mayor de mis hijas, que en apenas doce suspiros, está dejando de ser una niña para convertirse en flor que reclama su libertad bien merecida, de sobra ganada con años de responsabilidad, respeto y cariño ...y pide ya sentir en su rostro la misteriosa brisa que sopla la vida, el calor directo de un sol que coloree sus mejillas sin la atenta y paternal sombra que se lo impida.
¿Realmente merecemos que nos muestren a todas horas casos de depravación, ira, locura, crueldad que nos hacen sospechar incluso del vecino?
¿No sería igual de injusto, ver cada día en las noticias los premiados de la lotería, como si fuera la cosa más habitual que nos puede suceder mañana mismo?
¿Qué cereal puede crecer sembrando miedo?
¿A quién le interesa que las buenas personas desaparezcan?
¿Dónde van a parar todos los pétalos caídos?
¿Puede la ilusión crecer en casas de persianas bajadas?
¿Cuando comenzaron a quebrarnos la sonrisa?
¿Quién escribió esperanza en mi corazón, con medias tintas?
No tengo respuestas, como mi madre tampoco las tenía.
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Hola!
ResponderEliminarVengo del blog de Beatriz donde ha expuesto un escrito tuyo que me ha encantado y he venido a conocerte.
Ahora leo todas esas interrogantes cuya respuesta,me temo,sólo la saben quienes nos han inculcado el miedo,la sospecha,la pétrea e inconcebible docilidad,la ira,la seriedad enquistada....
Y tantas dolorosas cosas más.
Pero no nos pueden borrar de un plumazo la ilusión de no tenerlas o al menos,de intentar esquivarlas.
Perdona el atrevimiento,la extensión y todo eso
:)
Soy así de plasta.
Un beso.