Cuando un te quiero parece pequeño,
y el eco de un beso no se expande,
un abrazo no abarca bastante,
para nombrar tantos sentimientos.
Cómo llamarle... si yo me alimento,
del calor que tu cuerpo desprende,
y de tu sonrisa mi vida depende,
comprender la curvatura del tiempo.
Cómo temerle a los rayos y truenos,
si fluyes como el limpio afluente,
que arrastra mis dudas allende,
mezclando caricias y esfuerzo.
Busco la justa palabra y no encuentro,
cuando te dejo un beso en la frente,
o me fundo en tu carne caliente,
respirando el vapor de tus sueños.
Maldita costumbre de inquietos,
querer explicar brevemente,
intensos años de vida corriente,
unidos por hilos de luna secretos.
Tal vez “amor” sea lo más correcto,
tallado en madera de roble,
madurado en la barrica más noble,
ayudado por la fuerza del verbo.
Quizás “amor” sea lo más certero,
aunque quisiera evitar el frecuente,
tópico que desluce la gente,
para explicar lo tanto que te quiero.
Felicidades!!! nuevamente.
Felicidades a los dos!!
ResponderEliminarMarian: le debes unas birritas por tan nobles y bellas palabras.
ResponderEliminarQué hermosos arriba de todo!
Un abrazo.