De día casita encantada para ellas,
Mullidos rincones repletos de juegos,
De noche bordado con miles de estrellas.
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Tenemos un nuevo hogar. Distinto al habitual, pero sigue siendo un hogar.
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Un refugio que ya nos ha permitido salir a pasear, nadar, jugar, correr, disfrutar y por la noche nos ha dado cobijo... ¿Qué más se puede necesitar?
Me la imaginaba grande, pero no tanto.
ResponderEliminarAhora a ver si los que tienen la tienda pequeña se van a poner a llorar.
El lugar ideal para esconderse después de hacer, por el día, miles de travesuras.
ResponderEliminarUn abrazo para todos.