viernes, 24 de septiembre de 2010

Imperfecciones en bicicleta

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Andaba yo con mi bicicleta por la ciudad cuando en un paso de peatones una dama se disponía a cruzar con su perrito. Sopesé la situación en una décima de segundo y decidí pasar, sin esperar, arrimado al carril izquierdo, vacío de coches, pero con tal mala fortuna que el perrito estiró de su correa y se adelantó a cruzar pasándome a menos de 1 metro de la bici. Cerré los ojos y continué pedaleando sin darme la vuelta, esperando oír la frase que cayó como una losa sobre mi conciencia.
“-Pero hombre, vamos a ver, un poco de respeto, no ves que es un paso de peatones!-”.
Iba dirigida a mí, al hasta entonces máximo defensor de los peatones, al respetuoso ciudadano que se mueve siempre que puede en bicicleta, por placer y por dar ejemplo, por no contaminar y por molestar lo menos posible, al que comparte tiempo y colabora con amigos y asociaciones para aportar su granito que ayude a construir una ciudad más tranquila, más relajada, más humana, menos ruidosa y menos intoxicada.
En una décima de segundo, se apoderó de mí, la cara oculta, la que todos tenemos, una cara de la misma moneda, la salvaje, impulsiva, irreflexiva, visceral, la que tratamos de enterrar pero que siempre palpita debajo de la alfombra por mucho que la pisemos y se aprovechó de la enorme brecha que supuso una décima de segundo para arrojar al contenedor de cristal el buen concepto que tenía yo de mí mismo, hecho pedazos.

Tras esta experiencia, me vino a la mente una frase que leí de un maestro. No nos debemos creer ni buenos ni malos, ni mejores ni peores. Más bien, creo que lo que nos diferencia unos de otros es, primero, el nivel de consciencia que tenemos de nuestras imperfecciones, lo cual nos ofrece la maravillosa posibilidad de mejorar cada uno de nuestros actos y pensamientos por insignificantes que sean, y segundo, la cantidad de voluntad y esfuerzo que aportemos para llevar a cabo día a día semejante proeza.
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"He tomado sobre mis espaldas el monopolio de mejorar sólo a una persona, esa persona soy yo mismo y sé, cuan difícil es conseguirlo."

Gandhi.


Más reflexiones del maestro en...
http://atalayadereflexiones.blogspot.com/2010/05/el-legado-de-gandhi.html

5 comentarios:

  1. David, llego a tu espacio por cotillear eso de las estadísticas y me encuentro esta sorpresa (grata!!!)
    Gracias.

    Y referente a tu entrada: caemos con todo el equipo cuando menos lo esperamos. Pero nada de penitencias ^^, hay que tomar conciencia y seguir adelante atentos.

    Un abrazo.

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  2. Hola Uve, hace tiempo también descubrí tu rincón de reflexiones, y con él, muchas maneras de disfrutar reflexionando acciones que nos ocurren diariamente y que damos por buenas inconscientemente. Pensar, supone un esfuerzo, rectificar, todavía más.
    Me alegra tu comentario de ánimo.
    Un abrazo.

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  3. ¡Esto también me pasó a mi una vez con una niña!, y de verdad que pensé, "tierra trágame". La bici es lo que tiene, es delgadita y fácil, pero a veces medimos distancias y nos equivocamos, y eso precisamente es lo que nos convierte en humanos. Muy chuli el blog y el post.

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  4. Gracias por tu visita y tu comentario Lorena.

    Por cierto, entre Cala Argilaga y Cala de les Petxinetes Trencades tenemos como un kilómetro de calas secretas para repartirnos :-))...No las podremos terminar de disfrutar jamás.
    Un saludo.

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  5. Eso está hecho adrede para no reñir, la madre naturaleza que es muy sabia. Un abrazo!!

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