Bueno, ejem, mira hija, yo de ecología entiendo bien poquito y tal vez lo poco que haya oído pueda estar manipulado por turbios megaintereses empresariales que se escapan a mi entendimiento, pero mira, si te parece podemos comenzar por cositas facilitas que parecen evidentes, como separar los envases de plástico, cristal y cartón en casa, para depositarlos luego en su contenedor correspondiente, los aparatos eléctricos los apagaremos desde su interruptor, no del mando a distancia, dicen que ahorra energía... y también podemos utilizar más a menudo las escaleras, haremos ejercicio y no malgastamos electricidad, y mira, como trabajo cerca de casa, voy a dejar de utilizar el coche los días que no sea estrictamente necesario y me iré en bicicleta. Además, como me gusta practicar diversos deportes, aprovecharé mis desplazamientos del fin de semana, donde soy el máximo gestor y dueño de mi tiempo, para tratar de hacerlos más respetuosos y emocionantes.
Salgo de casa trotando a las 9.00h de una fría mañana de sábado, con mochila, móvil, agua, algo dulce y la emoción de hallar un nuevo camino del cual me han hablado. Llego por el carril bici de Borriol hasta el Sanatorio de la Magdalena, sigo la sequia de riego pasando por Penyeta Roja, continúo hasta la cantera, luego, por la calzada lateral de la N-340 llego a la ermita de la Magdalena, 10.15h., antes de la ermita, tomo el camino señalado hacia la Font de la Salud, reconozco una senda rojiza por la que bajé un día, la cual me lleva al Mas de Chiva,
desde allí intuyo la senda que creo debo tomar, Las Contiendas, la cual me ha de cruzar al otro lado de la montaña para poder llegar a mi destino. Subo y subo, encauzado sin posibilidad a errar el camino, la panorámica es cada vez más impresionante, me cruzo a un caminante con su perro, es curioso, incluso la soledad de un paraje necesita ser visitada por alguien que de testimonio de su belleza, el camino cambia varias veces de dirección, dudo un instante,
pero siempre hacia arriba al fin llego y comienzo a descender por la otra vertiente de la misma montaña,
totalmente diferente a la que acabo de ascender, otro decorado, otra humedad, otra tierra, otra emoción.
Mi hija me está esperando en el lugar acordado,11.30h de la mañana, para proseguir el viaje juntos, te has cansado, me pregunta. No, sólo lo justo y necesario para sentirme feliz y poder regalarte un trocito mejor de planeta.
Me seguiré esforzando, por su algún día desea que le muestre todos esos lugares mágicos que le cuento y voy descubriendo, allá donde camino.
Una vez leí, que lo que verdaderamente es bueno y merece la pena, requiere siempre de un esfuerzo conseguirlo.
"Mucha gente pequeña
en muchos lugares pequeños
harán cosas pequeñas
que transformarán al mundo."
Leo Buscaglia
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