miércoles, 28 de marzo de 2012
Astros de ciudad.
Pacen mis astros lechosos,
atados a farolas de ciudad,
devoran sus cuellos brumosos,
neones de la modernidad,
se acercaron en demasía,
perdieron su ferocidad,
cuando en las noches de Cartago,
bajaron curiosos a observar,
doncellas en fuentes mojadas,
desafiando su verticalidad,
que ondeaban sus cuerpos en verso,
sin apenas saber hablar,
caderas en cuarto creciente,
labios por desenredar,
dibujaban olas sus manos,
que saltaban del aire a la mar,
trazaban elipses sus senos,
siguiendo la estrella fugaz,
flotaban sus bocas en besos,
como exentos de gravedad,
y por tibios rayos de luna,
se dejaron broncear,
y sobre la brisa leían poemas,
de la aurora boreal.
Pacen mis astros las calles,
como rebaño a perpetuidad,
pacen despacio las noches,
como dejados domesticar.
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