A ti te pregunto, Creadora de la vida,
¿qué culpa tiene en todo esto dios,
cuál los astros, cual nuestra ambición,
o cuál la de una mar embravecida?.
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Haces crecer la hierba y el nuevo día,
y lo cambias por llanto y desolación,
¿qué harás, dónde guardas tanto dolor,
que ahora veo flotando a la deriva?.
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¿Qué cartas juegas en esta partida?.
dichosos unos por morir sin perdón,
peleles de trapo callados sin remisión,
otros arrastran los restos de su corazón,
temiendo, jamás termine su pesadilla.
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Es mi problema sí, tal vez por mi empatía,
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Es mi problema sí, tal vez por mi empatía,
no hablo tu lengua, ni practico tu religión,
nada suplico, tan sólo presento mi dimisión,
hasta que deje de temblar mi alma dolorida.
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Si algún día nos hablas decidida,
no lo hagas a unos pocos y en un rincón,
para que no hayan dudas, ponlo en tu blog,
ese que trata a la muerte como amiga.
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