lunes, 25 de junio de 2012

Belleza



Esperas paciente, que llame a tu puerta,
delicadamente envuelta,
o la buscabas al salir de casa,
junto a la papelera rota,
en el aire estanco y pesado,
preso de una calle minada de cacas,
que levanta al sol sus plegarias de ropa?.



A cuarenta minutos/pierna de casa


Y aunque no quiero dar consejos, ni debo,
prueba un día a ponerte las piernas,
rompe la gravedad del cemento,
que encostra las almas más tiernas,
oprimiendo su pecho y cabeza,
y no la busques,
deja sea ella quien te encuentre,
proscrita que alejada orbita
del anillo de turbia razón,
que nos protege y esclaviza,
y siente su crepitar,
apoyada contra los siglos,
nutrida de corpúsculos de fuego,
y recuerdos a tierra movida,
aletea silvestre junto a la brisa,
no sabe de crisis ni malas noticias,
tan solo de sombra y cobijo,
lechos de ríos secos y umbrías,
libre cabalga evitando ser detenida,
por centinelas que ordenan silencio, manos arriba,
en laberinto de ordenado acero,
que cambia la luz por niebla marchita,
los tallos de hierbas se vuelven colillas,
ideas amordazadas en legales vertederos,
donde las noches más bellas pagan,
impuestos por llegar tarde a vestirse,
convertidas en humo hechicero,
en mendigas que ultrajadas claman,
BELLEZA!, con su puesta de voz más triste.


A cincuenta minutos/pierna de casa.



martes, 12 de junio de 2012

Qué pueden hacer...




Qué pueden hacer unos frágiles versos!,
desposeídos del plumaje de la verdad,
que aletean como indecisos polluelos,
frente a un mundo que les prohibe volar.

Qué hacer por mantener la sonrisa!,
cayendo al agua sin saber apenas nadar,
sino buscar trozos de poemas a la deriva,
metafóricas balsas sobre las que pensar.

Qué pueden hacer por combatir el miedo!,
que azuzan los medios sobre el temporal,
alianza de truenos y primas de riesgo,
tragicomedia para no dejar de temblar.

Qué hacer con sólo un cesto medio lleno!,
de pétalos e ideas que siembran la mar,
sin uñas ni dientes son poco más que un deseo,
de silbarle a la vida, sin ninguna maldad.

Qué hacer entre miles de alumnos dormidos!,
y un maestro abatido que no puede elevar,
su mirada a las cumbres con nidos,
de hambrientos sonetos por alimentar.

Qué pueden hacer más que pedir clemencia!,
sin ganas ni furia ni tiempo de parlamentar,
cambiaron su rabia por la dócil paciencia,
de apartar la sal y las mentiras, con pinzas,
que la ciencia asegura van siempre unidas,
a la molécula de la felicidad.
















lunes, 4 de junio de 2012

Inalterados...



...por el tiempo?


la danza mágica del fuego,
el aroma a pan recién hecho,
dos cuerpos que se abrazan,
las dunas del desierto,
la distancia que nos separa del Conocimiento,
el llanto de una nueva esperanza,
la necesidad de ser amado,
los proverbios de algunos sabios,
la injusticia en el que manda,
el silencio de los buenos,
el olor de un campo arado,
la...