viernes, 29 de marzo de 2013

Puro celeste.






Algunas mañanas perfectas,
parece el cielo perdonar lo agravios
y empujones con que necios y sabios,
demuestran pese a que no lo respetan,
sí lo comprenden.

y puedes caminar por sus prados,
esperando hallar la fatiga,
que atempere las aguas movidas,
y pinte tus ojos cansados,
de un limpio celeste,

incluso borrar con sonrisas,
las viejas preguntas perennes,
y liberar un segundo tu mente,
escribiendo con el vaho de tu tiza,
lo muy pequeño que eres.







lunes, 18 de marzo de 2013

Vulgar alegría.




Una mañana vacía,
pesada y plomiza
una mar estancada,
vulgar e indecisa,
una brisa sin fuerza,
de ser recibida,
una línea de costa,
a mil prometida,







una piedra que calla,
si apenas la pisas,
unas nubes rellenas,
de gotas de lluvia,
unas cañas que esperan,
a ser sacudidas,
unas curvas de tierra,
que suben arriba,

todas ellas me piden,
ser protagonistas,
todas ellas afirman,
ser materia viva,
de la misma que usan,
poetas y artistas,
y las almas sedientas,
de cualquier alegría.






jueves, 14 de marzo de 2013

El imperio del exceso.





Sujeto a la métrica del viento,
palpo con asombro viejas ruinas,
tomando entre mis dedos unas rimas,
que volaron sobre el eco del tiempo.

Me seduce el vacío inmenso,
pleno de luz y disciplina,
de hostiles sendas con espinas,
que desnudan a zarpazos de silencio.

Testigo del imperio del exceso,
asomado a un balcón sin barandilla,
un espectro fuma en pipa,
pintando nubes de aliento,






Me cuenta que florecen los cerezos,
mientras espera solo su tranvía,
me habla del control de la energía,
y la desertización del esfuerzo.










lunes, 4 de marzo de 2013

Vadeando el Snake.


…y es en ese momento cuando sientes la fragilidad de la tierra bajo tus pies, donde incluso el suave aleteo de dos ángeles pueden dejar sus huellas para la eternidad...





...o la imposibilidad de captar, retener y comerciar con las moléculas de la felicidad, que como veloces y caprichosos electrones, sólo se dejan sentir cruzando tu corazón cuando cierras los ojos, apagas la cámara, respiras despacio y abres tu alma de par en par...


...o la quimera de perseguir cumbres vírgenes por pisar, prados verdes por estrenar, tortuosos senderos por cabalgar, ...sólo quedan unos pocos, al otro lado del río Snake, donde sólo tu mente te puede llevar.